Blog Créate

Y tú … ¿sientes que estás inmovilizado?

enero 26, 2016 Sin categoría 5 comentarios

Y tú … ¿sientes que estás inmovilizado?

El otro día una clienta se quejaba amargamente del tiempo que lleva aferrada al rencor y a la rabia por situaciones del pasado y cómo esto le afectaba en el momento presente de manera que le impedía hacer lo que realmente quería.

Y os preguntaréis… ¿Eso es posible? ¿Puede ocurrir que lo que siento ahora acerca de hechos pasados me impida hacer lo que yo quiero en el momento presente?

Os voy a hacer una pequeña lista de momentos en que os podéis encontrar “inmovilizados” y seguro que algunos de los que leéis este post conectaréis más con unos que con otros, en función de los que más se repitan en vuestro repertorio.

Te encuentras inmovilizad@ cuando…

  • Te pasas el día sentado en casa pensando en tus problemas.
  • No puedes hablarle cariñosamente a tu pareja o a tus hijos, aunque lo quieres hacer.
  • No haces alguna actividad agradable para ti o algún deporte por esa “sensación desagradable” que arrastras contigo.
  • Evitas hablar con alguien, aunque sabes perfectamente que un gesto amable o amistoso mejoraría tu relación con esa persona.
  • No puedes dormir porque hay algo que te preocupa.
  • No puedes pensar con claridad porque estás enfadado.
  • Tratas mal a alguien que quieres.
  • No empiezas un proyecto, aunque estés muy interesado en él.
  • Tus enfados evitan que hagas o digas cosas que quieres hacer o decir.
  • Tu timidez te impide conocer gente que quieres conocer.
  • No puedes trabajar de manera eficaz

A veces pensamos que vale la pena sentir rabia, hostilidad, mostrarse tímido o sentir otras emociones del estilo. Y por supuesto que, como todas las emociones, también cumplen su función y por eso deben estar presentes en determinados momentos. Quizá dirigirte a tu hijo con voz enfadada para hacerle ver que no quieres que juegue en la calle es una mera estrategia para conseguir el resultado que quieres si ésta te funciona. Sin embargo, si le gritas no porque quieras lograr algo o hacer hincapié en tal cosa, sino porque estás mal anímicamente, querrá decir que te has inmovilizado a ti mismo.

De manera que, la medida en que estas emociones te inmovilicen deber ser lo que te sirva de guía. Puede oscilar entre la inacción total y/o las pequeñas indecisiones o vacilaciones.

Cuando estamos en una relación de pareja en la que «no deberíamos estar» la inmovilización aparece en forma de Dependencia Emocional:

  • Paso más días mal que bien.
  • Lloro más que río.
  • Mi vida gira en torno a él.
  • Poco a poco voy dejando mis intereses, mis actividades, a mi gente…
  • Comienzo a tolerar y a aceptar comportamientos hacia mí que hace un tiempo no habría tolerado.
Así, poco a poco nos vamos perdiendo, vamos dejando nuestra personalidad, nuestra manera de ser, nuestra esencia…
Si sientes que es tu caso PIDE AYUDA y darás el primer paso para salir del «inmovilismo».

5 Comments

  1. Llevo meses dándole vueltas a la cabeza y temo quedar atrapada ahí, sin hacer nada…No sé cómo puedo salir de esto y cuando he leído lo que escribes me he sentido muy identificada.
    No sé si podrás ayudarme, ¿puedo escribirte o llamarte a un teléfono que me des?

    Gracias.

    • Buenos días Julia, envíame una forma de contactar contigo a través del mail que aparece en esta página. Estaré encantada de poder ayudarte.
      Un saludo.

  2. Pues leyendo este artículo me siento reflejada. Parece que estoy
    «inmovilizada» . Y así llevo tiempo y no me gusta. Me estás
    haciendo pensar mucho en ello. Me gustaría que nos dieras
    unas pinceladas para saber cómo vencer esto. Es complicado
    para mí. Muchas gracias.

    • ¡Hola Yolanda! Muchas veces nos aferramos a frases como «quizá las cosas se solucionen solas», «esperaré a que vayan mejor» o simplemente «deseo que se arreglen las cosas». Cuando estas frases están dentro de nuestro repertorio las usamos para no hacer nada en el momento presente. Los deseos y esperanzas no son más que una pérdida de tiempo, nunca nadie logró nada solamente repitiéndose estas frases una y otra vez. Sólo nos sirven para no pasar a la acción y hacer eso que es importante para nosotros o que son tareas pendientes en nuestra vida.
      Todos somos fuertes y capaces, podemos hacer lo que nos propongamos y si dejamos para el futuro lo que podemos hacer en el presente que no te quepa duda de que te estás entregando a la evitación, al inmovilismo y lo que es peor aún al autoengaño.
      Conviértete en una HACEDORA: Ponte a hacer algo que has estado dejando y verás cómo simplemente el empezar te ayudará a eliminar la ansiedad que te producía no hacerlo; date a ti misma un tiempo específico (por ejemplo los martes de 10h a 12h) y dedícalo a eso que estabas dejando de hacer; observa tu realidad actual y mira qué estás evitando en estos momentos para enfrentarte a ese miedo; habla de ello con una persona de confianza y verás como el miedo o la ansiedad se diluyen; cambia frases como “espero que se arreglen las cosas” por “haré que se arreglen”, “me gustaría que mis circunstancias fueran mejores” por “voy a hacer lo siguiente para sentirme mejor”; escribe un diario de tus críticas y tus quejas, verás de qué manera influyen en tu comportamiento; observa tu vida con atención ¿estás haciendo ahora lo que harías si supieses que sólo tienes seis meses de vida?…
      Espero que te sirva de ayuda.
      Un abrazo.
      Comentario

  3. Tus comentarios siempre me sirven para reflexionar y ahora
    lo que me queda es ponerme en marcha. Voy a seguir tus
    consejos , a fijarme en mi vida y a intentar hacer lo que
    me cuesta tanto para salir de esa inacción. Muchas gracias
    por dedicarme tu tiempo. Un abrazo.

Responder a Créate Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *